El flúor es un elemento químico (del grupo de los halógenos y símbolo F) que se encuentra en la corteza terrestre y tiene una distribución extensa en la naturaleza.
Al detectarse una correlación entre la ingesta de agua con ciertas cantidades de flúor y la reducción de la presencia de caries en la población respecto a las poblaciones que ingerían agua sin flúor, se investigó su mecanismo de acción en la prevención de las caries detectándose que dicho elemento, no solo se concentra en los huesos y en el esmalte, fortaleciendo los dientes antes de su erupción, sino que ayuda al endurecimiento del esmalte en los adultos participando en los procesos de mineralización del calcio y el fósforo de la dentición aumentando la resistencia de las piezas dentales a los ataques ácidos posteriores a la masticación.
La ingesta de flúor proviene principalmente a través de los alimentos y el agua que ingerimos, sin embargo, si ésta es deficitaria en flúor, sería conveniente una suplementación a la que puede ayudar el uso en el cepillado regular con pastas dentífricas fluoradas, que en el caso de los niños pequeños, que suelen ingerir parte de la pasta durante el lavado, deben tratarse de pastas específicamente desarrolladas para ellos, con una concentración de flúor menor que la de las pastas para adultos. Además, el uso de colutorios con flúor podría constituir una vía complementaria de aporte de flúor a nuestro organismo.