Alergia al sol


Cada vez son más los casos de erupciones en la piel después de tomar el sol.

Tomar el sol, con moderación, es beneficioso para nuestra salud, ya que, entre otros beneficios, favorece la síntesis de vitamina D, esencial para huesos y dientes, incrementa las defensas de nuestro organismo, reduce los niveles de colesterol y mejora nuestro estado de ánimo.

Sin embargo, existen consecuencias desfavorables ante este hecho. La popularmente conocida como “alergia al sol” hace referencia a diferentes enfermedades dermatológicas consecuencia de la exposición al sol, como por ejemplo la Erupción Polimórfica Lumínica.

Por lo general, los síntomas son: enrojecimiento, aparición de pequeños granitos, principalmente, en escote, brazos y piernas y picor. Puede aparecer hasta 12 horas después de la exposición al sol y suele ser estacional.

Cuando sufrimos este tipo de alergia, es recomendable tomar complementos nutricionales con actividad fotoinmunoprotectora, antioxidante y reparadora del daño solar entre dos o tres meses antes de la primera exposición. Además, conviene una exposición gradual y con un factor de protección muy alto (FPS 50).

Los casos más comunes de aparición se dan en las mujeres que tienen entre 15 y 35 años y piel clara. Estos casos han aumentado debido a que la capa de ozono ha disminuido y las radiaciones solares son más potentes. Por ello se recomienda tomar el sol con moderación y evitando las horas de mayor riesgo.

Ante cualquier duda, consulta siempre con tu farmacéutico o médico de confianza.