Verano Seguro de Sol


Las radiaciones solares que llegan a la tierra, especialmente las UVA y UVB, cuando se toman de forma indiscriminada y sin protección, causan daños visibles e invisibles a nuestro organismo. Aunque nuestra piel dispone de mecanismos de defensa frente a la radiación lumínica, en ocasiones, no son suficientes para protegernos. Por eso hace falta una protección externa.

En Canarias, debido a nuestra situación geográfica con latitud cercana al Ecuador, la radiación solar y, sobre todo, la concentración de rayos tipo UV (los más dañinos) es mayor que en el resto del país y, por ende, de Europa. Si a esto añadimos un clima templado, con veranos no muy calurosos, pocos días se superan los 35ºC, la situación engañosa está asegurada, ya que, al no sentir exceso de calor, no nos damos cuenta de que sí estamos recibiendo un exceso de radiación.

Pero, en definitiva, las máximas para disfrutar de un verano sin riesgos (en cuanto a la piel se refiere) serían dos:  PROTECCIÓN e HIDRATACIÓN.

Una antigua campaña del Servicio Canario de Salud tenía como lema: “Agüita y la piel fresquita”, que podría estar vigente todos los veranos.

PROTECCIÓN

La protección solar es fundamental para mantener la salud de la piel. El sol no es nuestro enemigo, pero en dosis elevadas puede producir fotoenvejecimiento, alergias, manchas, quemaduras, herpes, cáncer de piel y melanoma, así como aumentar la inmunosupresión (disminución o anulación de la respuesta inmunológica del organismo).

  • Protectores Solares Orales: sus mecanismos de acción son muy variados y ejercen su efecto protector ya sea por acción antioxidante, antiinflamatoria o inmunomodeladora. Son inocuos y efectivos, pero necesitan empezar a tomarse unos días antes de la exposición al sol.

Proteger siempre la cabeza con gorras o sombreros y la piel con prendas de ropa cuando se pueda, teniendo especial cuidado con niños y bebés. Utilizar fotoprotectores  especialmente adaptados a su piel  y cubrirlos lo máximo posible, no exponer nunca al sol directo a niños menores de tres años y tener especial cuidado en caso de fototipos bajos.

El fototipo es una clasificación de la piel en función de su capacidad para asimilar la radiación solar, van de I a VI. El fototipo I corresponde a personas pelirrojas, a las de piel muy clara que nunca broncean y a las que suelen tener reacciones fotoalérgicas. Y el fototipo VI corresponde a la raza negra. En medio están todos los tipos de piel.

No olvidemos que la piel tiene memoria y que el daño solar es acumulativo, una sola quemadura solar aumenta la probabilidad de sufrir cáncer de piel. Por ello es recomendable utilizar protector solar (siempre de calidad farmacéutica) con F50+ cuando vayas a la playa, al monte, a hacer deporte o en trabajos al aire libre o simplemente a pasear por el campo o la ciudad y seguir ciertas recomendaciones:

  • Renovarlo cada dos o tres horas, no es suficiente con ponerlo una vez, porque pierden su efectividad.
  • Proteger con bloqueadores solares la piel con daño previo, cicatrices, léntigos, manchas o lunares, así como nevos o hemangiomas, los sticks o barras son muy prácticos para estas zonas pequeñas.

Para la población femenina los protectores solares con color hacen su función a la vez que sirven como maquillaje, en distintos formatos, los compactos son muy cómodos y vienen con aplicador.

Utilizar también un labial con protección, ayuda a evitar sequedad, quemaduras y herpes.

Importante:Una ampolla ocasionada por una quemadura por el sol durante la niñez o adolescencia aumenta doblemente el riesgo y las posibilidades de desarrollar melanoma más adelante. Una persona también duplica el riesgo de melanoma si ha tenido cinco o más quemaduras durante su vida.” Fundación del Cáncer de Piel.

 

HIDRATACIÓN

Es necesario mantener una hidratación correcta, beber agua en cantidad suficiente y hacer comidas ligeras con mayor aporte de agua como frutas, verduras y hortalizas.

Aprovechar el verano para tomar ensaladas, sopas frías de hortalizas como gazpachos y frutas en cualquier forma, zumos y batidos.

En cuanto a la piel, utilizar cremas hidratantes en textura ligera, más confortables para épocas de calor y lociones post solares, éstas contienen principios hidratantes y emolientes, que reparan y refrescan la piel a la vez que ayudan a protegerla e incluso a mantener el bronceado. Y utilizar aguas termales en bruma o spray para refrescar y aplicar la crema hidratante después.

Después de toda esta información, te dejamos una lista con los básicos para el verano:

  • Fotoprotector facial
  • Fotoprotector labial
  • Un spray de agua termal
  • Crema hidratante
  • Colirio hidratante
  • Gafas de sol, con certificado CE y mejor polarizadas.

Si se trata del bolso de playa, aparte de todo esto:

  • Agua
  • Una gorra o sombrero
  • Fotoprotector corporal F50+ (por supuesto de calidad farmacéutica).

Ahora sí, estamos preparad@s para disfrutar de un verano seguro con una piel sana.