La salud de tus hijos, a buen seguro, es una de las cosas más importantes para ti. Y, en ella, se incluye la vista, por lo que debes asegurarte de que no tienen ningún problema con ella. Esto es especialmente importante en cuanto a su correcto rendimiento escolar.
Prevenir es lo mejor
Para asegurarte de que tus hijos no tienen problemas visuales que puedan afectar a su rendimiento escolar, te recomendamos que los lleves de forma periódica a un oftalmólogo para que les realice la pertinente revisión y te proporcione los consejos adecuados a su estado, en caso de encontrar alguna deficiencia.
Esto es especialmente importante en la época del retorno al colegio para asegurarte de su buen rendimiento escolar, ya que, según los colegios oficiales de optometristas, hasta un 30 del fracaso en las aulas es debido a problemas visuales.
Además, los niños no son conscientes de que ven mal, por lo que no es fácil que te lo digan ellos mismos. Creerán, simplemente, que todas las personas ven las cosas como ellos, puesto que no conocen otra forma de ver. Por este motivo, está más que indicada una revisión de la vista, en especial, si observas alguno de estos comportamientos:
– Tu hijo tuerce los ojos hacia el exterior.
– Si te parece que se acerca en exceso a sus juguetes.
– Observas que entrecierra uno o ambos ojos, como si los guiñara.
– Se los frota de forma continua.
– Notas que gira la cabeza cuando tiene que fijar la vista o leer.
– Te comenta que tiene dolor de cabeza o ve borroso a medida que se acerca la noche o hay poca luz.
Si, tras la revisión, tu hijo tiene problemas en la vista, lo más posible es que tenga que llevar gafas o, incluso, el oftalmólogo le recete algún producto de farmacia para aliviar sus síntomas.