La categorización en la farmacia


La evolución de los últimos años de la Oficina de Farmacia en un entorno de continuas bajadas de márgenes, aumento del número de recetas, carga de trabajo, etc., ha provocado una orientación de la farmacia hacia la venta libre. En este grupo de ventas se encuentra una amplia gama de productos que requieren una gestión específica y un control exhaustivo para determinar el surtido óptimo. Un surtido que no es único, sino que depende en gran medida de donde se encuentra la farmacia y del público objetivo.

Inicialmente muchas farmacias ampliaron sus locales para incluir más lineales de venta libre, tras esto, muchas han desarrollado una categorización física y visual de los productos de exposición en la farmacia y además se han preocupado del control del proceso de compra con los laboratorios. En todo este proceso se ha quedado fuera o ha sido muy difícil, el control de ventas por categorías, por laboratorios, por empleados y el seguimiento real de los márgenes dentro de cada una de estas categorías. Toda esta parte fundamental del negocio, se lleva en muchas ocasiones desde la intuición, lo que hace que no tengamos una imagen fiel de la realidad de la Farmacia.

Desde hace ya varios años, Cofarte cuenta con una herramienta que categoriza todas las referencias de las farmacias, incluidos los códigos internos de cada una de ellas y lo que es más importante, mantiene actualizadas estas referencias, con lo que nuevos artículos se van posicionando dentro de cada una de estas categorías y subcategorías.

Esta herramienta ha abierto nuevas posibilidades de análisis que nos ayudan a gestionar los datos de las farmacias con cifras reales y contrastadas, al poder realizar comparaciones en el tiempo, pudiendo obtener de forma instantánea, desde listados simples de ventas por categorías y subcategorías, hasta otros más complejos pero útiles, en los que se comparan, por ejemplo, ventas con vendedores, laboratorios y categorías o listados de artículos por laboratorios de productos que no se venden.

De esta forma, el servicio y la oferta de la farmacia se va adaptando y optimizando según su ubicación y las demandas específicas de su clientela. Para el cliente, el trato se vuelve más personalizado y se mejora en la fidelización y satisfacción.