El Día Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en muchos países del mundo y se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia, hundiendo sus raíces en la lucha de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
Desde Cofarte nos sumamos al reconocimiento de la labor de todas ellas desde el más absoluto respeto a cada una de sus decisiones individuales.
La nuestra es una organización de referencia en el tejido empresarial en este sentido, en la que nunca ha existido el llamado techo de cristal. De las cuarenta mujeres que forman parte de nuestra plantilla, dos desempeñan puestos de alta dirección, en completa equidad con el sexo masculino y, en el resto de los puestos de dirección, la representación femenina es del 83,33%.
Hoy nos acercamos a una de las protagonistas de nuestra historia: Begoña, una mujer Cofarte desde hace cuatro décadas
Conoció la Cooperativa cuando traía, papel en mano, los pedidos que realizaba la farmacia donde estaba trabajando. Decidió entonces dejar su currículum y, con aprobación previa del Consejo Rector, tras las buenas recomendaciones recibidas, entró en Cofarte con tan solo 19 años, en el que hoy conocemos como Departamento de Atención Telefónica. “Veía una empresa tan grande en Garcilaso de la Vega y dije: quiero trabajar ahí”.
Begoña confiesa que a lo largo de toda su vida en Cofarte se ha sentido “como una reina”. Nos cuenta que sus comienzos como mujer en la vida laboral de hace 40 años fueron como los de cualquier mujer de la época: “antes no era lo mismo, ya que no se habían conseguido los progresos que hay ahora, los comienzos en esa época eran difíciles”.
Ahora, desde su puesto actual en el departamento de Transfer, reflexiona sobre lo que trabajar en Cofarte le ha aportado “lo que le aporta un trabajo a cualquier mujer, a cualquier persona, esa independencia y la capacidad de crecer como individuo”.
Si hablamos de la conciliación de la vida personal y la profesional, que hoy en día puede llegar a ser una dificultad para muchos trabajadores, Bego se considera una privilegiada porque, a pesar de su situación como madre separada desde hace 24 años, ha tenido facilidades en este sentido. Es lo que ella llama “Bendito Cofarte”.
Si le dieran a elegir, Begoña repetiría su experiencia en Cofarte, porque “llegué con 19 años y me voy con 59, con la misma felicidad”.