El paso de la leche materna a la de fórmula


La lactancia materna crea una simbiosis con el bebé durante semanas e incluso meses, por ello, dejar la lactancia materna puede llegar a parecer un proceso un poco tedioso. El paso a la lactancia mixta (lactancia materna y biberón) o al destete (biberón de leche de fórmula exclusivamente) debe prepararse con tiempo, ya que al bebé puede costarle adaptarse a la nueva textura, temperatura y olor de la tetina, que nada tiene que ver con el del pecho de la madre.

En esta nueva etapa, el bebé tiene que aprender a succionar desde la tetina, acostumbrarse a comer fuera de los brazos de la madre y a eructar. Por otro lado, la madre también debe adaptarse al cambio y no solo en el sentido afectivo, sino en su producción de leche para evitar congestiones y mastitis.

El destete debe producirse de manera progresiva para que no supongan malestar a la madre y al bebé. Por ejemplo: durante varios días, 3 o 4, sustituye la toma menos abundante por un biberón de leche materna; posteriormente, aumenta poco a poco la frecuencia, conservando la toma del pecho de la noche. Más adelante, conviene cambiar los biberones de leche materna por biberones de leche de fórmula (escogida según los consejos de un profesional) y altérnalos con el pecho. Consiste en una lactancia mixta sin sobresaltos que acabará por permitir dejar la lactancia materna de forma definitiva.

Durante todo el proceso pueden surgir imprevistos, como que el bebé se niegue a succionar por la tetina. Si esto sucede, es aconsejable probar varios modelos hasta encontrar el que se adapte a sus necesidades. También, durante los primeros días de esta transición, se puede valorar que sea otra persona quien le dé de comer, ya que es posible que el olor de la madre pueda perturbar al bebé a la hora de tomar el biberón. Otra posibilidad es retomar la lactancia materna exclusiva y volver a ofrecerle el biberón al cabo de algunos días.

No existe un momento ideal ya que cada caso es diferente y depende de muchos factores, especialmente de las preferencias que tengan los progenitores del bebé. Dejar de dar el pecho de forma parcial o total es una decisión personal y, como tal, la madre debe encontrarse respetada y respaldada sea cual sea su opción.