Tras la controversia con la vacuna de la varicela hemos pensado que quizá sea importante que conozcas en qué consiste esta enfermedad y cómo diferenciarla de otras parecidas, como el sarampión, una patología que cada vez está más erradicada en España.
Qué las causa
Tanto la varicela como el sarampión se transmiten a través de un virus. En la varicela, el causante es el varicela zoster, miembro de la familia del herpesvirus, que causa también el herpes zóster en los adultos, que se puede contagiar aunque hayas pasado por la varicela.
La mayoría de los casos de varicela ocurren a los niños menores de 10 años. La transmisión de esta enfermedad puede ocurrir tocando los líquidos de una ampolla, a través de la tos o estornudos de una persona afectada.
El virus encargado de transmitir el sarampión es un Paramyxovirus del género Morbilivirus. Se propaga con el contacto de gotitas provenientes de la garganta, nariz o boca de una persona con esta enfermedad. Los estornudos o tos pueden lanzar gotitas contaminada al aire.
Si una persona tiene sarampión, se calcula que el 90% de las personas que entran en contacto con esa persona obtendrá el sarampión, a menos que estén protegidos.
Qué síntomas padecemos
Si contraes la varicela, antes de que surjan los primeros sarpullidos, se suele presentar: fiebre, dolor de cabeza y/o dolor de estómago. Entre 10 y 20 días, tras el contagio, se suelen presentan un promedio de 250 a 300 ampollas pequeñas, con líquido y puriginosas sobre manchas rojas en la piel.
En el caso del sarampión, los síntomas comienzan de 8 a 12 días después del contagio. A menudo, el síntoma principal es la erupción cutánea. Otros síntomas que pueden acompañar a esta enfermedad son: tos, fiebre, sensibilidad a la luz (fotofobia), dolor muscular, enrojecimiento e irritación de los ojos, rinorrea, dolor de garganta, y diminutas manchas blancas dentro de la boca (manchas de Koplik).
Si padeces cualquiera de estos síntomas acude a tu médico de cabecera.
Qué tratamiento llevamos a cabo
Con ambas enfermedades, una vez aparece la sintomatología, la principal medida es mantener al paciente lo más cómodo posible y aliviar sus síntomas.
En el caso de la varicela es importante seguir una serie de pautas higiénico sanitarias para evitar infecciones en las erupciones. Se puede probar con la toma de antihistamínicos de venta libre como difenhidramina (Benadryl), siempre siendo consciente de los posibles efectos secundarios como la somnolencia. La crema de hidrocortisona en áreas de picazón también puede aliviar el picor.
NO le suministre ácido acetilsalicílico (aspirin) ni ibuprofeno a alguien que pueda tener varicela.
En el caso del sarampión, se pueden aliviar los síntomas con Paracetamol (Tylenol), reposo en cama y vaporizaciones. A veces se puede necesitar suplemento de vitamina A para reducir complicaciones.