El verano y las picaduras de insectos y arañas


El verano suele ser tiempo de ocio y descanso, de días más largos que dan opción a planes al aire libre…y con ellos, también aparecen las molestas picaduras.

Definimos picadura como la inoculación en nuestro cuerpo de sustancias excretadas tanto por insectos (mosquito, avispa, abeja, pulga, etc.) como por arácnidos que hacen que se irrite la piel, haciendo que aparezcan ronchas en la zona.

Los síntomas de la picadura dependen de su procedencia:

  • Mosquitos: suelen provocar ronchas que pican.
  • Avispas y abejas: en este caso la roncha duele. Una diferencia entre avispas y abejas es que la primera no deja el aguijón clavado.
  • Garrapata: suele quedarse adherida a la piel y se va hinchando según chupa la sangre del huésped. Otras veces, la picadura pasa desapercibida y unos días después se aprecia una costra negra.
  • Arañas: producen una mancha roja en la piel con dos puntos centrales.
  • Chinches y pulgas: ambos producen varias picaduras y ronchas agrupadas sobre una zona del cuerpo. El picor es inmediato.

En principio, las picaduras se curan con el paso de los días, pero para aliviar su sintomatología es recomendable utilizar una solución calmante de calamina o amoniaco.

Algunos aspectos a tener en cuenta para prevenir las picaduras de insectos son:

  • Evitar los paseos a la caída del sol cerca del agua.
  • Cuando se vaya al campo – más importante si hay agua cerca – conviene vestir con camiseta de manga larga, pantalones largos y calcetines de colores claros. También es recomendable llevar una manta para sentarse sobre ella.
  • Aplicar repelente después del protector solar en las zonas descubiertas, evitando la boca, los ojos y las manos.
  • Disponer de repelentes eléctricos y mosquiteras para dormir.
  • Usar collares antipulgas para nuestras mascotas.

Ante cualquier duda, consulta siempre con un profesional y recuerda que tu farmacéutico/a está para asesorarte en lo que necesites.