Opinión: no es broma




Manifiesto por la sostenibilidad.

El presidente de Fedifar dice que el esfuerzo hecho por el sector para la sostenibilidad del SNS es muy grande y que más políticas de recortes harían replantear el sevicio de la Distribución.

Antonio Mingorance, Presidente de la patronal española de la Distribución, Fedifar
La aportación económica de la Distribución farmacéutica de gama completa al sistema público está fuera de duda: bajadas del margen del 12,9 al 9,6 por ciento en 1998 y 1999; implantación del sistema de precios de referencia y sus bajadas anuales; retorno al sistema público de 25,7 millones de euros en virtud del Pacto de Estabilidad; el RD 2.402/2004, con más recortes en el margen de la Distribución en 2005 y 2006 (lo dejó en el 7,6 por ciento), y otra rebaja de los medicamentos (un 4,2 y 2 por ciento), y la nueva reducción de precios de 2010, que ha vuelto a quebrar nuestra estabilidad y economía, y en la que la Distribución calcula una bajada de las ventas de 1.190 millones de euros.

Y, por si fuera poco, las comunidades siguen inventando fórmulas para recortar más la factura a costa de la supervivencia de la cadena del medicamento.

Desde la Distribución consideramos que ya está bien. Se está poniendo a la Distribución y al resto del sector al borde del abismo: una cosa es nuestro compromiso con la sostenibilidad del SNS y otra que los gobernantes nos pongan al límite de la viabilidad económica.

Por esto, desde Fedifar consideramos necesario mostrar nuestra preocupación, que compartimos con el resto del sector, a las autoridades sanitarias y a la opinión pública. Y es que el ciudadano será el principal afectado si las autonomías continúan tomando medidas unilaterales que vuelven a atacar a la economía de las empresas y fragmentan el mercado nacional.


De esta preocupación común nace el manifiesto publicado el 26 de enero y firmado por Fedifar, el Consejo General de COF, Farmaindustria y Aeseg. Somos las empresas que más hemos contribuido a la disminución de la factura pública en estos tiempos de crisis (y en otros tiempos de bonanza). No se nos puede pedir más, porque también cumplimos un papel en el sistema sanitario y, para poder dar nuestro servicio, necesitamos ser viables económicamente.

EN PELIGRO, EL MODELO SOLIDARIO DE DISTRIBUCIÓN.

Para que se entienda, de seguir así, lo que peligra es el modelo solidario de distribución. Nuestras empresas distribuyen todos los medicamentos comercializados en España y los llevan a todos los lugares de España para que los ciudadanos puedan acceder a ellos de forma inmediata vivan dónde vivan.

Y lo hacemos gracias al modelo solidario de distribución: los medicamentos caros y de mucha rotación compensan a los baratos y de baja rotación, y las farmacias con grandes ventas compensan a las rurales o alejadas. Así, todas las farmacias, estén dónde estén, pueden dispensar los medicamentos a los ciudadanos a los que atienden.

Las medidas que están adoptando o planificando las autonomías distorsionan el mercado nacional y ponen en peligro este modelo solidario, y, por tanto, el acceso de las oficinas de farmacia (y de los pacientes) a los tratamientos.

Las empresas de distribución no sabemos hasta cuándo vamos a poder soportar estos constantes ataques sin un deterioro de nuestro servicio.
Sin olvidar que somos fuente de riqueza para España: Fedifar reúne a 52 empresas, que representan más del 97 por ciento del mercado español de distribución farmacéutica. Tenemos 7.500 empleados en 192 almacenes que suministran a las más de 22.000 farmacias de España, a las que llegan entre dos y cuatro repartos diarios. Nuestros almacenes son un referente en Europa por su alto nivel de robotización.

En estos últimos años, el aumento en el consumo de medicamentos ha marcado las políticas públicas en torno al gasto farmacéutico. Y la solución siempre se busca en el mismo sitio: mermando la economía de los agentes de la cadena. Pero todo tiene un límite, y más cuándo las soluciones que las autonomías proponen pasan por discriminar a unos ciudadanos respecto a otros, limitando su acceso a los medicamentos que el Ministerio de Sanidad ha decidido que se deben financiar para toda España.

Existe un órgano para que las autonomías y el Ministerio decidan la política farmacéutica y ahí es dónde deben plantearse alternativas a las actuales políticas de recorte de la factura que nos permitan a los agentes seguir prestando un servicio a un precio justo. Es en el Consejo Interterritorial del SNS donde hay que plantear las propuestas, analizarlas y aprobarlas para que se desarrollen de forma homogénea en toda España.
Nosotros queremos seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: llevar a cada una de las farmacias españolas todos los medicamentos a todas horas. Quizás con las actuales decisiones de los gobiernos autonómicos tengamos que reconsiderar nuestro servicio y nuestra labor.