Es hora de cooperar contigo mismo – Bernardo Bencomo


PARA LOS QUE LEYERON ESTA CARTA HACE 35 AÑOS…

…Y PARA LOS QUE NO LA LEYERON NUNCA

A LOS COMPAÑEROS SOCIOS DE LA COOPERATIVA FARMACÉUTICA DE TENERIFE:

Queridos compañeros:

De nuevo quiero ponerme en contacto con vosotros para tratar de clarificar el concepto de COOPERACIÓN, que según conversaciones sostenidas con varios compañeros, parece no estar lo suficientemente diáfano para algunos, pues en multitud de ocasiones se oye hablar pura y exclusivamente de diferencias de precios con otros proveedores en algunas especialidades, artículos de perfumería, etc., lo que me induce a creer que dichos compañeros no piensan sino en el beneficio obtenido en un acto puramente comercial que, siendo importante, no es lo único que debe movernos como profesionales incorporados en una colectividad. La cooperación se produce por la necesidad de unión entre compañeros de una misma actividad, en nuestro caso farmacéuticos, con el fin de ayudarse mutuamente y conseguir resultados de servicios, materiales y sociales comunes, que aisladamente no lograrían nunca; es, por lo tanto, la defensa que dicho colectivo tiene para no caer en manos de otras entidades particulares que trabajan pura y exclusivamente para su propio beneficio. Mientras continuemos unidos de esta forma podremos defendernos de cualquier intento por parte de éstas de hacerse con el mercado farmacéutico, y qué importancia tiene el conseguir unas pesetas más en algunas especialidades en el momento de la facturación, si el beneficio grueso se lo va a llevar ese otro y no repercutirá nada en ti, mientras que en la cooperativa se transforma en servicios de todo tipo: almacén bien surtido, servicio telefónico de pedidos y a domicilio, óptica, productos, reactivos de análisis, etc., y el sentirse amparado por todos los compañeros en caso de necesidad, ayudas de tipo económico en surtidos iniciales, sin más aval que tu título de cooperador, además de que todo lo que a lo largo del ejercicio económico quede como beneficio será devuelto al cooperador en calidad de retorno cooperativo, con lo que ya te compensa con creces esa pequeña diferencia de márgenes, no sé si real o fruto de comentarios sin fundamento, que con afán de competencia y como reclamo para luego tenerte de la mano, te ofrece en muy pocas posibilidades cualquier otro proveedor. La Cooperación necesita de una serie de premisas que, para que funcione con plenitud, no deben olvidarse nunca:

“Adhesión libre”, se propone pero no se impone.

“Control democrático”, un hombre un voto.

“Neutralidad política y religiosa”.

“Desarrollo de las obras sociales”.

Esta última quizás sea la más importante de todas, pues creo haber leído alguna vez que “si la cooperación es solo un negocio, es un mal negocio”, siendo evidente ya que no hay ánimo de lucro. En cuanto dejemos de cumplir con cualquiera de estas premisas, no hay posibilidad de desarrollarla en su plenitud. Si hemos llegado al desarrollo actual ha sido por la cooperación de la mayoría de los compañeros, imaginemos ¡A dónde podríamos llegar con la plena cooperación de todos y cada uno de nososotros!”

Es triste oír hablar de nuestra Cooperativa como si fuera un almacén ajeno, hay que estar completamente mentalizados de que es “Nuestro”, de todos, como si cada uno fuera el dueño absoluto. Si así fuera, ¿no desaríamos que progresara por todos los medios? Pues así es, analízalo y verás. De todas las mejoras que nuestra Cooperativa consiga, disfrutarás plenamente tú, y en el aspecto material no existe beneficio que no se obtenga, que no recaiga en ti en relación con la proporción en que hayas cooperado. Por todo ello, y por muchas otras razones que harían muy extensas estas líneas, yo que hoy presido la Junta Rectora de nuestra Cooperativa, te invito a cooperar con toda tu fuerza y olvidarte de los cantos de sirena que pudieran llegar a tus oídos, que ésta es tu casa, y no seas tan ingenuo que creas que otro te va a dar algo a cambio de nada; si te lo da, es quedándose con algo, mientras que en nuestro caso queda aquí para ti ese algo en dinero material, en servicios, en ayudas morales de todos tus compañeros, que cuando las necesitas, cualquiera que sea la Junta del momento, con espíritu cooperativo te la concederá, buscando solución a tus problemas. La misma definición de cooperativa te obliga, una vez aceptada libremente, a la máxima cooperación, pues dice:

“Es Sociedad Cooperativa la reunión de personas naturales o jurídicas que se obliga a sumar sus esfuerzos, con capital variable y sin ánimo de lucro, al objeto de lograr fines comunes de orden económico y social”.

No te queremos obligar, sino convencer de que lo mejor para todos es la completa cooperación. Espero que medites detenidamente estas deslabazadas pero sinceras líneas y con pleno convencimiento no desperdicies esfuerzos para lograr que nuestra Cooperativa consiga todos sus fines.

Un cordial saludo,

Bernardo Bencomo Ascanio

Presidente de la Junta Rectora

a Viernes, 21 de marzo de 1980

Es hora de cooperar contigo mismo”