La vuelta de las vacaciones, comenzar con las rutinas, con el trabajo, cuidado de los niños, el colegio, los estudios, etc. son cosas que pueden llegar a producir irritabilidad, desánimo, tristeza, apatía, insomnio, falta de energía, ansiedad, dolores de cabeza, etc.
Pero es algo que se puede llevar de mejor manera si seguimos una serie de recomendaciones, pudiendo llegar a conseguir que pase desapercibida.
- Vuelve de vacaciones unos días antes a la incorporación y comienza a adaptar tus horarios de sueño para poder aclimatarte de forma paulatina a la rutina.
- Realiza actividades saludables, ya que hacer deporte y llevar una buena alimentación, ayudará a tu organismo a estar mejor.
- Planifica objetivos realistas empezando por el más pequeño, ya que si te sobrecargas planificando un montón de retos y objetivos de golpe puedes llegar a aumentar la sensación de agobio y descontrol.
- Aprovecha y disfruta cualquier momento libre que tengas por pequeño que sea.Los pequeños placeres pueden ser de gran ayuda para hacer más amena la obligación del mundo laboral. Un buen plan podría ser quedar el primer día con los compañeros de trabajo para hacer una pausa y conversar sobre los días pasados.
- Y cuida los tiempos en familia o con amigos, que te darán la energía para seguir adelante.
Estos consejos te ayudarán positivamente en el proceso y harán que hacerte al día a día sea pan comido. Lo más importante es hacer que el cambio de las vacaciones al trabajo sea lo menos brusco posible y centrarte en lo positivo de la vuelta a la rutina.