El resfriado es una de las enfermedades infantiles más habituales y no por ello, menos molestas para hijos y padres.
Es una enfermedad infecciosa viral leve, que ataca el sistema respiratorio superior y que suele ser bastante incómoda para el niño porque al no respirar bien y hacerlo por la boca, no puede comer lo que le lleva a estar intranquilo y llorar continuamente.
Cómo reconocer el resfriado
- Secreción nasal líquida transparente, amarilla o incluso verde que se mantiene en 7 a 10 días.
- Congestión con secreción nasal espesa.
- Fiebre y dolor de garganta durante 2 o 3 días.
- Ojos llorosos pudiendo presentar inflamación de los senos nasales.
Algunos consejos útiles para el cuidado del bebé
- Usar vaporizadores ambientales para aliviar la nariz inflamada.
- Ventilar a menudo la habitación donde se encuentre el niño.
- Tomas frecuentes de pecho y agua. Disuelve las secreciones y reintegrar las sales minerales eliminadas.
- Atención padres, prohibido fumar. Retrasa la curación del niño y provoca que la enfermedad vuelva a menudo.
Para evitar el contagio
- Prestar atención a tu higiene personal y la del bebé. Limpieza de manos con frecuencia, en especial al sonarse.
- Limpiar con especial cuidado todos los utensilios que estén en contacto con el bebé. Cucharas, biberones, chupas y además sus juguetes preferidos.
- Usar pañuelos y estornudar en ellos. En caso de ser sorprendido sin ellos, hacerlo sobre el brazo, nunca sobre las manos.