El sol es una fuente de salud, esto es algo que nosotros que somos afortunados de vivir en Canarias sabemos desde siempre. También sabemos lo importante que es proteger la piel de las quemaduras solares, pero a veces nos olvidamos que también es importante proteger los ojos de los dañinos rayos UV, que pueden llegar incluso a la pérdida de la vista después de una exposición prolongada.
La radiación ultravioleta se ha atribuido al desarrollo de cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad. También puede contribuir a un envejecimiento prematuro y a la aparición de arrugas. La exposición a la luz del sol también puede causar dolores de cabeza y fatiga visual, ya que la pupila se esfuerza por mantener la cantidad de luz que llega a la retina a un nivel óptimo y terminas entrecerrando los ojos al sol, lo que provoca la fatiga muscular. Especialmente en canarias debemos protegernos más porque estamos más cerca del trópico y la incidencia de los rayos UV es mayor.
Debemos además saber que las gafas de sol que no tienen filtro UV son especialmente dañinas ya que lo único que hacen es quitar luz, por lo que la pupila se abre, pero al no tener filtro, todo el UV entra en el ojo. Lo más normal es que por la noche notemos la sensación de “arenilla en los ojos” y enrojecimiento del ojo, esto pasa por la acumulación del UV en los medios oculares, córnea y cristalino durante el día y mas a largo plazo cataratas y degeneración macular.
En el mercado existen multitud de gafas de sol, la mayoría son de cat 3. Las de cat 4 no son aconsejables para conducir, son para alta montaña o desiertos con alta radiación. Para la playa y la conducción serían aconsejables las lentes polarizadas que eliminan todos los reflejos que vienen del suelo, de la carretera o del mar, ayudando a tener una visión más limpia y nítida y no alterando el color de los objetos.
En cualquier caso, insistimos siempre en preguntar a su óptico o profesional de confianza para que les asesore.