ACOFARMA | Conoce cuándo debes ir al dentista


Visitar al dentista con regularidad es importante porque ayuda a mantener los dientes y las encías saludables.

Las personas suelen acudir a la clínica dental solamente cuando se produce una emergencia. Sin embargo, una boca sana también necesita revisiones periódicas porque existen afecciones que no presentan síntomas que el profesional sanitario puede detectar con facilidad y aplicar entonces el tratamiento adecuado.

Existen dos tipos de visitas, que son complementarias:

  • La revisión periódica.
  • La limpieza dental.

La revisión consiste en un chequeo de la boca para comprobar si existen caries o placa bacteriana sobre los dientes. Si la placa no se retira a diario, hay riesgo de que se convierta en sarro, una placa endurecida que afecta directamente a la salud de la boca.

La limpieza dental se realiza una vez al año en la consulta del dentista. El cepillado diario y el uso del hilo dental ayudan a eliminar la placa, pero no son suficientes. Durante la limpieza, el profesional utilizará herramientas especiales para eliminar el sarro de los dientes. Una vez raspados, el dentista puede realizar un pulido, que consiste en la utilización de una pasta granulosa para eliminar cualquier mancha que pudiera quedar sobre la superficie de los dientes.

Más allá de las revisiones periódicas y la limpieza anual, existen alarmas que indican que es conveniente acudir al dentista.

Si tienes dolor

El dolor es sinónimo de que alguna cosa no está bien. Si duele un diente o se produce una hinchazón en la boca, la cara o el cuello, es el momento de pedir hora con el dentista. Las razones detrás del malestar en la zona interna de la boca pueden ser muchas, pero conviene atajarlo lo antes posible antes de que sea demasiado tarde.

Si te sangran las encías

El sangrado de encías es la manera más habitual en la que la boca reclama atención y cuidado. Normalmente se produce cuando se realiza el cepillado, cuando se pasa el hilo dental o se utiliza el cepillo interdental. Aunque las encías que sangran no suelen doler, sí que pueden ser indicio de que existe alguna dolencia.

Más allá de las revisiones periódicas y la limpieza anual, existen razones que indican que sería conveniente acudir al dentista.

Si tienes mucha sensibilidad dental

Cuando se consume un helado o se toma una bebida muy caliente es posible sentir que en los dientes se produce un escalofrío. En ocasiones esta sensibilidad puede provocar dolor o molestias que se alargan en el tiempo. Existen diferentes causas detrás de la sensibilidad dental, pero las más habituales son el deterioro del esmalte o la presencia de una caries que debe ser tratada.

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Si tienes mal aliento

La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, y existen diferentes causas. Además de algunos alimentos, el tabaco e infecciones bucales, una mala higiene bucodental puede provocar mal aliento. Si persiste durante varios días, nunca está de más visitar al dentista.

Si tienes niños

Lo ideal es que los niños acudan al especialista durante su primer año de vida, tal y como te contamos en nuestro blog. Las visitas al dentista son una excelente oportunidad para que los más pequeños de la casa aprendan poco a poco los buenos hábitos de higiene bucodental.

Si estás embarazada

Durante el embarazo existe la posibilidad de que se deteriore la salud de la boca. De hecho, el embarazo puede empeorar ciertos problemas dentales, por lo que una visita regular durante la gestación nunca está de más.

Si tu dentista ya ha trabajado antes en tu boca

Si tienes empastes, coronas, implantes o tu dentista ha realizado cualquier otro trabajo en tu boca conviene revisarla de vez en cuando para comprobar que todo está en orden. Puedes aprovechar la limpieza dental anual para pedirle a tu odontólogo que revise rápidamente cualquier prótesis u ortodoncia.

Si fumas

El tabaco es junto con la mala higiene bucodental el enemigo número uno de la boca. El tabaco de cualquier clase provoca afecciones de diferente gravedad, que impactan directamente en la salud de los dientes y las encías. Es conveniente que las personas fumadoras acudan al dentista para prevenir o detectar posibles enfermedades.

Si tu boca tiene manchas o llagas

Las llagas o las manchas en la parte interior del labio, las encías o los dientes son indicativos de que existe alguna afección que merece atención. Desde pequeñas úlceras hasta herpes labiales, estas molestias pueden estar causadas por infecciones de bacterias y virus, pero también por la irritación o el roce de una dentadura postiza o un canto afilado de un diente que se está rompiendo o que ya se ha roto.

Si hace tiempo que no vas

Deberíamos acudir al dentista como mínimo una vez al año para garantizar una perfecta salud de la boca, aunque un seguimiento mayor siempre se recomienda si es tu propia boca la que lo pide a través de las señales que acabamos de repasar. Un seguimiento y control periódicos te permitirán tener diagnósticos precoces y tratamientos adecuados. Además, el consejo farmacéutico puede ser de gran ayuda para que encuentres los mejores productos para tener una sonrisa sana y perfecta.