ACOFARMA | Alergia al frío o urticaria


Con la llegada de las temperaturas más frías, muchas personas sufren una serie de problemas que, a pesar de no ser graves, pueden llegar a ser muy molestos: resfriados que parece que no terminan nunca, problemas de hidratación en la piel, dolor en las articulaciones, ataques de asma… o alergia al frío.

Aunque se trata de una alergia poco común, es posible: según la Organización de Trastornos Raros de Estados Unidos, la ‘alergia al frío’ o urticaria por frío afecta a entre un 1 y un 3% de la población.

Te contamos todo lo que debes saber para identificar y tratar el problema. ¡Toma nota!

¿Qué es la urticaria por frío o alergia al frío?

Este tipo de urticaria poco común suele traer consigo la aparición de enrojecimiento, picor e incluso hinchazón en la piel, tras exponerla a temperaturas muy bajas, a agua muy fría o a mucho viento.

Aunque normalmente se localiza en zonas más expuestas como las manos o la cara, el problema puede llegar incluso a extenderse por todo el cuerpo, y es mucho más común en niños y jóvenes.

Quienes la sufren deben prestar especial atención a la prevención, evitando exponerse a temperaturas demasiado bajas y cubriendo la mayor parte posible de su cuerpo.

Básicamente, la primera reacción que se produce se conoce como ‘urticaria primaria’ y hace referencia a pequeños picores y reacciones localizadas. Nuestro cuerpo percibe el frío como una especie de invasor extraño y ataca al tejido sano que está expuesto.

Sus causas no están del todo esclarecidas: se ha asociado a trastornos infecciosos previos como la mononucleosis o la rubeola, pero también a las picaduras de insectos, al uso de ciertos medicamentos o a las enfermedades relacionadas con el funcionamiento de las tiroides. Normalmente, los casos asociados a estas casuísticas no suelen alargarse más de los 5 años, tras los cuales el problema desaparece.

En otros casos, se han detectado en sangre inmunoglobulinas que reaccionan ante el frío o incluso se ha relacionado con condición congénita.  En cualquier caso, es importante acudir siempre a un médico especialista para esclarecer el diagnóstico.

¿Cómo saber si tienes alergia al frío?

Cuando existen reacciones cutáneas como las que hemos visto, que se producen tras la exposición a temperaturas bajas, puede ser interesante realizar una pequeña prueba para comprobar si padecemos el problema.

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El llamado ‘test del cubito de hielo’ tiene como objetivo comprobar si puede tratarse de esta dolencia: simplemente debemos colocar un trozo de hielo envuelto en plástico en el antebrazo durante unos 10 minutos para así observar qué reacción provoca en nuestra piel.

Además de esto, nuestro médico o alergólogo puede considerar la realización de otro tipo de pruebas para hacer su diagnóstico.

En el caso de que este sea positivo, ¿qué tratamientos existen para paliar el problema?

Prevención y tratamientos

Como veíamos, la urticaria por frío es un problema poco común y que suele darse de forma pasajera, por lo que todavía no existe un único tratamiento específico para curarla.

Los casos más graves, por ejemplo, están siendo tratados con terapias experimentales, como la puesta en marcha por especialistas del Hospital Municipal de Badalona en colaboración con el Hospital de Sant Pau y la Santa Creu de Barcelona, que consiguieron controlar un caso grave de alergia al frío con una mezcla de antihistamínico y un inhibidor leucotrieno.

Por lo general, quienes lo sufren deben prestar especial atención a la prevención, evitando exponerse a temperaturas demasiado bajas, cubriendo la mayor parte posible de su cuerpo al salir al exterior en estas condiciones o evitando los cambios bruscos de temperatura, además de los alimentos demasiado fríos o congelados.

Además, el médico puede recetar en algunos casos un tratamiento de corticoides o adrenalina para evitar los ataques de alergia más severos, aunque de nuevo la prevención es la clave.

Como sabrás, los antihistamínicos no eliminan la alergia, sino que suprimen la respuesta natural del cuerpo al bloquear la liberación de histamina, por lo que es mucho más fácil prevenir esta urticaria que tratarla. Además, ¡recuerda que la hidratación es un factor clave para mantener cualquier tipo de alergia a raya!

Ya lo sabes: ante cualquier duda o sospecha en este sentido es necesario acudir a un médico especialista, quien además de realizar el diagnóstico podrá guiarnos sobre las recomendaciones de prevención y tratamientos más adecuados.